jueves, 23 de julio de 2009

Noche 13 - Dia 14


SUZHOU


Hoy ha amanecido lloviendo, aunque luego ha pasado todo el día nublado y hasta última hora no ha vuelto a caer ni una gota.

Lo primero del día ha sido visitar los jardines de la pagoda inclinada, ya que esta ciudad no sólo es la Venecia de Oriente, sino que también tiene su pagoda inclinada. Necesita de una restauración, porque después de casi 1.000 años de que fue construida, se encuentra en un estado no muy bueno, pero no corre peligro de derrumbamiento; sólo hay que adecentarla un poco. Sin embargo los jardines que la rodean, están perfectamente conservados.

Cuando acabamos la visita a la Pagoda inclinada, pasamos a ver el Templo del la colina del tigre, que no es un solo templo, sino un conjunto de ellos, donde se ofrece incienso a Buda, y se vive una religiosidad impresionante. Todo el conjunto se haya abierto al culto, y aunque no dicen nada, tampoco queremos molestar con los flashes de las cámaras. Además, hay suficientes motivos fuera de los templos, como para que haga falta ir molestando.

Luego visitamos una fábrica de tejidos de seda, viendo todo el proceso desde que el gusano se convierte en capullo, hasta que sale el hilo de seda. Como es normal, luego pasamos por la tienda, donde casi todo el mundo acaba comprando algo.


Ya por la tarde, recorremos la colina del bosque del León, en lugar de ver el jardín del administrador humilde. Este jardín ha sido declarado monumento artístico de la Humanidad, y los guías decían que era mucho mas bonito y cuidado que el del administrador humilde, y un poco mas pequeño, pero que puestos a elegir, este era mucho mas bonito. Y la verdad es que es un jardín maravilloso, donde se ha aprovechado la naturaleza, las construcciones y los propios jardines, para construir un laberinto, que no tiene caminos sin salida. Todos salen a alguna parte, pero por todos te pierdes, y acabas buscando realmente la salida. Tan pronto estás dentro de unas habitaciones que no recuerdas haberlas pasado, como te metes en un pasadizo, que en tiempos de guerra (sobre todo con los japoneses), se podía disimular y evitaba que te pudieran encontrar, como apareces en medio del jardín, al lado de alguien a quien has visto hace mucho rato, y que va tan perdido como tu. Y en medio de todo eso, un lago con un barco de piedra, y una cascada de agua que cae desde mas de 8 metros de altura. Sólo estás seguro de haber encontrado la salida (sin saber cómo por supuesto), cuando apareces dentro de la tienda de recuerdos y similares por la que sales a la calle. E incluso, ni aún así estas seguro de haber salido, porque dentro, distribuidas estratégicamente, hay varias tiendas que te ofrecen los recuerdos mas exóticos, y crees que estás en la salida, pero te tienes que rendir a la evidencia de que esa tienda… no es la última. De verdad, que ha sido una visita la mar de divertida.

Acabamos el día cenando en un restaurante típico, donde al acabar, disfrutamos de una tormenta de mucho cuidado. Comenzó a llover y tronar de una manera desaforada, aunque no duró mucho. A la llegada al hotel ya prácticamente se había pasado el aguacero.

Mañana nos despedimos de Suzhou, y llegaremos a Shanghai, nuestra última etapa.

Hoy hemos buscado periódicos para ver lo que decían del eclipse, pero ha sido casi imposible encontrar alguno. Al final hemos conseguido uno en inglés y chino, y otro en chino exclusivamente, gracias a lo cual, nos hemos dado cuenta de la suerte que hemos tenido, ya que los diversos grupos de gente con los que hemos tropezado hoy, no habían conseguido ver nada, y todos se quedaban tristes, al ver que nosotros, desde Anji, sí que habíamos logrado verlo completo.


Bueno, de momento buenas noches y hasta mañana…

No hay comentarios: