
incienso, china by Bigeyes
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Para recordar cada paso del camino he hecho este calendario. Espero que os guste.
En camino viene uno de NY!!
Punto de encuentro de los participantes en el Viaje a china para ver el eclipse de Sol del 22 de Julio de 2009. Organizado por la Agrupación Astronómica de la Safor (Gandía 38º 58' N - 00º 11' W)

Bueno, voy a dejaros este post porque cuando lo he leído me ha recordado mucho a nuestro viaje por China y a los locos astrónomos.Cuenta la leyenda que habñia un guapo pastorcito que vivía con su hermano mayor y la mujer de éste. Cuando se murieron sus padres, su hermano mayor heredó la casa y un terreno. El niño heredó tan sólo un viejo buey, por lo que su hermano decidó acogerle a modo de "cenicienta" para que con ayuda del buey trabajase la tierra.
Por otro lado estaba la séptima hija del Emperador, que era famosa por sus manualidades, especialmente por sus tejidos. Todos la conocían como la doncella tejedora. El Emperador estaba fascinado por su forma de tejer nubes y arco iris que embellecían el mundo.
El buey en realidad era un inmortal que procedía del cielo, y que por haber cometido varios errores fue castigado bajando a la tierra en forma de buey. Un día le dijo al pastor "Tu eres una persona amable. Si quieres casarte tienes que ir al arroyo y tus deseos se harán realidad". Así hizo y cuando llegó se quedó prendado de las siete hijas del Emperador que habían bajado del cielo para darse un baño. Fascinado por la más joven y también la más bonita, le robó sus ropas mágicas. Una vez hubieron terminado el baño, una a una se fueron, salvo la más pequeña que sin sus ropas mágicas no se podía marchar. Entonces fue cuando apareció el pastorcillo y le propuso casarse con él a cambio de sus ropas. Trás dudar unos instantes, la jóven accedió, se casaron y tuvieron dos hijos.
Un buen día, el viejo buey falleció, no sin antes advertir a su joven amo que debía conservar su piel.
El Emperador en el cielo echaba de menos a su 7ª hija, quien le tejía nubes y arco iris, así que mandó a su madre a que fuera a buscarla.
Mientras la abuela y la nieta regresaban al cielo, el pastorcillo envolvió a sus dos hijos entre las ropas mágicas de su esposa, se puso la piel del buey y se lanzó trás ella.
La abuela, con su horquilla, creó la via láctea para mantenerlos separados. El emperador trasladó a su hija a la estrella Vega en Lyra, pero el pastor y sus hijos se quedaron en la estrella Altair, en el Águila.
Desde entonces tan sólo pueden verse una vez al año, el 7º día del 7º mes lunar.

m, y ponemos rumbo al Norte. En el horizonte se ve un Sol reluciente, que se mantiene sin moverse de sitio durante mucho tiempo.
e que era de esas prefabricadas.
os grupos: por una parte., el autobús de los que quieren ir de compras, en lugar de hacer las visitas previstas para hoy, y por otra parte, el autobús de los que no quieren comprar, sino ir a cumplir el programa previsto. Realmente también se forma un tercer grupo, con tres personas que quieren ir a ver el Museo de las Ciencias de Shanghai, y un cuarto grupo de otras tres personas, porque Laura, que se incorporó al viaje un día después de todos, gracias al permiso especial que le concedió el gobierno de EE.UU. tiene que coger su vuelo a las 16:00, en lugar de a las 23:35 como todos los demás.
En fin, después de los ajustes pertinentes, yo fui de los que quisieron ver el Jardín del Mandarín Yuyuan. Todos nos esperábamos ver un jardín típico chino, pero la realidad nos superó tan ampliamente, que nos quedamos todos asombrados.
de hace muchos años. Mesas en las terrazas, cervezas, vinos, pasteles, etc… todo parecía sacado de un París decimonónico.
edulidad, miedo, y cualquier otra que se te ocurra, porque el cerebro no está preparado para esa visión, y tienes que luchar contra todo lo imaginable para poder andar mas o menos “tranquilamente” sobre una superficie tan extraordinaria. Por supuesto, en el piso 100 existe una tienda de recuerdos, con unos precios tan astronómicos, como la altura a la que nos encontramos.
rincones posibles, los chiringuitos, las tiendecitas, etc… En resumen, un lugar de mas de 1500 años de antigüedad, en el que hemos disfrutado de lo lindo. Tanto que de una de las barcas, no paraban de salir las notas de las canciones mas diversas, gallegas, vascas, e incluso modernas, mientras todo el mundo en las orillas intentaba averiguar lo que pasaba en el canal. 
Ya por la tarde, recorremos la colina del bosque del León, en lugar de ver el jardín del administrador humilde. Este jardín ha sido declarado monumento artístico de la Humanidad, y los guías decían que era mucho mas bonito y cuidado que el del administrador humilde, y un poco mas pequeño, pero que puestos a elegir, este era mucho mas bonito. Y la verdad es que es un jardín maravilloso, donde se ha aprovechado la naturaleza, las construcciones y los propios jardines, para construir un laberinto, que no tiene caminos sin salida. Todos salen a alguna parte, pero por todos te pierdes, y acabas buscando realmente la salida. Tan pronto estás dentro de unas habitaciones que no recuerdas haberlas pasado, como te metes en un pasadizo, que en tiempos de guerra (sobre todo con los japoneses), se podía disimular y evitaba que te pudieran encontrar, como apareces en medio del jardín, al lado de alguien a quien has visto hace mucho rato, y que va tan perdido como tu. Y en medio de todo eso, un lago con un barco de piedra, y una cascada de agua que cae desde mas de 8 metros de altura. Sólo estás seguro de haber encontrado la salida (sin saber cómo por supuesto), cuando apareces dentro de la tienda de recuerdos y similares por la que sales a la calle. E incluso, ni aún así estas seguro de haber salido, porque dentro, distribuidas estratégicamente, hay varias tiendas que te ofrecen los recuerdos mas exóticos, y crees que estás en la salida, pero te tienes que rendir a la evidencia de que esa tienda… no es la última. De verdad, que ha sido una visita la mar de divertida.
Acabamos el día cenando en un restaurante típico, donde al acabar, disfrutamos de una tormenta de mucho cuidado. Comenzó a llover y tronar de una manera desaforada, aunque no duró mucho. A la llegada al hotel ya prácticamente se había pasado el aguacero.
estras, con lo cual nos traerán otras a nosotros. Pero las nuevas mesas no llegan, y decido tomar cartas en el asunto. Lo primero que hago es expulsarlos de nuestra zona, porque habían ocupado una parte de nuestros 100 m. Con muy poca amabilidad, les invito a cruzar la linea y ponerse al otro lado. Cuando me quieren preguntar, en lugar de responderles, les digo que me hable desde su lado, y sólo cuando haya cruzado “la frontera” les atenderé. Luego les digo que el montaje que tenían con tres cámaras a la vez, una de cuyas patas también entraba en nuestra zona hagan el favor de quitarlo ellos, o se lo quito yo, con lo cual les obligaba a volver a colocar todo el montaje en estación, volver a equilibrar, etc… incluso que me pondría delante de las cámaras para impedirles la visión. En esos momentos, ya se había armado algo de revuelo, y se acercó el que parece ser era el responsable del grupo, a ver qué pasaba. Le explico que ellos han cogido nuestras mesas y sillas, y que las sillas ya las han devuelto, pero que las mesas se las han quedado y no estoy dispuesto consentirlo. Me pregunta que cuántas necesito; en ese momento, nos hacían falta cuatro mesas, para tener nuestro cupo. Y sin decir ni una palabra les ordenó a sus compañeros que pasaran cuatro mesas a nuestra zona, y nos pidió perdón, porque ellos no habían hecho otra cosa, que hacer caso a su guía, que les había dicho que podían coger lo que quisieran. No sabían que había que pagar por cada silla cada mesa, y tampoco entendían lo que pasaba. Una vez aclarado el entuerto, y puesta cada cosa en su sitio, incluso entablamos amistad, nos intercambiamos las páginas web, y se ofrecieron para escribir en nuestra revista (nos darían el texto en inglés) así como que están dispuestos a publicar lo que le enviemos en la suya. Por supuesto volvieron a cruzar la línea e instalarse en parte en nuestra zona, que era realmente una cosa que no molestaba, porque nosotros teníamos sitio de sobra. Y ese fue el incidente mas grave de toda la observación.
de espectáculo de la naturaleza. Todos querían abrir ya la lista para el siguiente eclipse: Australia 2012.



ado, y las aguas no se renovaron, mientras que hace unos años, se construyeron unos canales, aprovechando las obras del gran canal (que nace aquí y llega hasta Beijing), para volver a reconectar las aguas de marea con las interiores, de forma que aproximadamente cada tres días, estas son renovadas totalmente.
, había una caja preciosa, bastante grande, con una raíz de ginseng, que valía al cambio, unos 8.000 euros. Tenía tarros con serpientes (de varios metros de longitud), lagartijas, lagartos, escorpiones, etc… todos sumergidos en una solución suponemos que alcohólica, dispuestos para la venta. Ha sido una vuelta atrás en el tiempo, de más de 300 años, y podría ser que de mas de 1000, porque la farmacia lleva abierta desde tiempo inmemorial.
que nadie podía adivinar lo que estábamos comiendo. Al final algunos pasamos a la cocina, y nos enseñaron la despensa: Animales vivos, sobre todo marinos. Desde cangrejos gigantes, hasta anémonas de mar, tortugas, serpientes, muchas clases de peces, algunos incluso parecían palos mas que seres vivos. Así que muy fácilmente, algunos de los platos no identificados, fuera alguno de los compañeros de pecera durante la tarde. Nadie se atrevió a preguntar.
sar de estar tan lejos en el espacio y el tiempo. Luego tres niñas, formaron parte del rito, quemando ofrendas e incienso, y por supuesto algo mas que no acertamos a entender, y terminó al acto con otra procesión similar a la inicial. Durante toda la ceremonia, la religiosidad de podía sentir en el ambiente. Sobre todo en la parte de público que llenaba el templo. Nosotros hicimos unas fotos (sin flash), e incluso sacamos un video, hasta que vino un monje a decirnos que “fotos no”, y justo cuando estaba avisándonos… suena su propio móvil, al que atendió inmediatamente. En fin, que el público es muy religioso, pero… como siempre. Lo último que íbamos a pensar nosotros, es que los monjes llevan móvil, y que no lo apagan durante sus ceremonias. Naturalmente, no le hicimos caso, y cuando acabó la llamada se reincorporó al coro y demás ceremoniantes, olvidando nuestra presencia.
staban verdes a mas no poder. En ellos se encuentra una representación a pequeño tamaño de todas las pagodas de China. Hay tantas, que con ver unas cuantas deberías tener bastante, pero cada una tiene su algo especial que hace que la gente vaya recorriéndolas todas (las mas de 80), y haciéndose fotos en cada una. Y para acabar, descubrimos una zona donde una treintena de bonsáis, aparentemente sin cuidar, nos muestran unas formas y tamaños a los que no estamos acostumbrados. Alguno debe tener mas de 200 años de antigüedad, porque los troncos de los pequeños árboles son viejísimos. Toda una sorpresa.


0.000 de habitantes, a dos horas y media de autobús de Shanghai. Nuestro hotel es uno de los muchos rascacielos de la ciudad. Mañana desayunaremos en el piso 21.

stigo por sus malas obras, o el premio por las buenas. Viene a ser como el juicio que cada uno tiene cuando muere en nuestra religión. Sólo que aquí, tanto la forma de juicio, como los resultados son distintos. Si has sido malo, puedes recibir un castigo físico (recordaba mucho a los castigos de la inquisición), y serás reencarnado en insecto tipo mosca, o mosquito, es decir en animal que no quiere nadie, y durante 500 años serás ese tipo de bicho. Si eres bueno, alcanzarás la gloria, aquí representada por el Nirvana.

odas ellas, además de la temperatura y la humedad, en el parte meteorológico se da la cantidad de niebla que hay, graduada del 1 al 5. 186 días al año, hay niebla superior a 2. Es tan habitual la niebla que hay un refrán chino que dice mas o menos “es tan raro como que ladre un perro en Chongqing”, en referencia a que sólo con dos o tres días seguidos de “niebla 1” los perros ladran, para avisar de la novedad. Como podemos suponer, casi nunca hay dos días seguidos sin niebla. 



men, una cena muy buena. Y para mas detalle, hoy era mi cumpleaños (60 añitos), y mis compañeros de viaje me tenían reservada una sorpresa. Apenas se acaba la cena, suenas las notas del “Happy birthday to you”, pero en chino, cantado por todos los componentes del viaje, y la mayoría de los turistas que llenaban el local. Hubo entrega de regalos y todo, e incluso una pareja de jóvenes mellizos que también cumplía años hoy y procedían de Holanda, bajaron a saludarme. Tuvimos tarta y todo. En resumen, un recuerdo de los 60 años para no olvidarlo.