sábado, 25 de julio de 2009

Noche 15 - Día 16




SHANGHAI

Hoy es el último día completo de viaje. Ya se nota en las conversaciones que se acerca la hora de volver. Los 17 días se han pasado ya casi sin darnos cuenta. Y lo único que nos queda claro es que el eclipse ha sido visto y fotografiado , que era el motivo principal del viaje.

Esta mañana, hemos comenzado con una visita al Museo de Shanghai; hemos madrugado porque las colas son impresionantes. A las 9 en punto hemos entrado, siendo de los primeros, y viendo desde las puertas unas colas que prácticamente llenaban la zona de espera de la plaza del Ayuntamiento. Muchos grupos de turistas chinos, junto a otros tantos grupos escolares con sus maestros. Es de destacar, que los niños van siempre en formación de tres en tres, y la guardan con un gran orden. Una vez en el Museo, tenemos dos horas para visitarlo. A las 11:00 hemos quedado todos en el patio central, para trasladarnos al otro museo: El de planificación urbanística de la ciudad, de cara a la Expo Internacional de 2010, en la que participan muchos países, entre ellos España.

Después, fuimos a comer a una churrasquería, donde nada mas llegar, nos avisan de que es menú libre. Nos llenamos el plato de la guarnición mas variada, hasta que empiezan a llegar a las mesas, camareros con costillas de buey, costillas de cerdo, jamón fresco, longanizas, pollo, y un sinfín de carnes, y nosotros, después de tantos días de comida china, encontrarnos con esta sorpresa, estábamos maravillados. Además, podías hablar en castellano porque el dueño es brasileño, y habla portugués y español, y te entendía a la perfección. En resumen, una comida memorable. Y por si fuera poco, hoy es el día de Sant Jaume, y uno de los viajeros, llamado Jaume Roca, nos pagó las segundas bebidas, y los cafés del que quisiera, para celebrar su santo. Así, que después de haber comido incluso en exceso, pudimos disfrutar de un café expresso, como desde hacía 17 días no lo probábamos.

Después de tan copiosa pitanza, fuimos al malecón, a embarcarnos en un crucero por el río , para ver los rascacielos y viviendas del famoso barrio Pu Dong. Fue un paseo muy agradable, sin mucho viento, (y además en la dirección correcta), que nos permitió hacer fotografías a los múltiples rascacielos que han crecido a la orilla del río.

Una vez terminado el crucero, subimos al piso 100 del edificio mas alto del mundo. En unos segundos, pasas del nivel de la calle, hasta la cota de los 474 m. provocando un taponamiento de los oídos bastante notable. Y cuando subes a través de unas escaleras mecánicas al último tramo, te encuentras con un suelo de cristal, que te permite hace fotos a través de tus propios pies. La sensación es de mareo, incredulidad, miedo, y cualquier otra que se te ocurra, porque el cerebro no está preparado para esa visión, y tienes que luchar contra todo lo imaginable para poder andar mas o menos “tranquilamente” sobre una superficie tan extraordinaria. Por supuesto, en el piso 100 existe una tienda de recuerdos, con unos precios tan astronómicos, como la altura a la que nos encontramos.

Después bajamos, y volvimos a subir a otro edificio, pero esta vez para cenar. Se trata del restaurante giratorio que se encuentra en el metro 290 de altura de un edificio llamado la perla del oriente. Después de la comida, todavía no teníamos ganas de cenar, pero a pesar de todo, se cenó y se cumplió con los cocineros.

Ya mañana hemos de preparar las maletas para el viaje de vuelta.

Después de las visitas del día cogeremos el avión con destino París, donde cada grupo de separará de los demás, de acuerdo con las distintas opciones de salida de España. La próxima crónica, ya será desde Gandía, donde llegaremos el lunes sobre medio día.

Asi que… hasta mañana…

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