viernes, 20 de noviembre de 2009

CALENDARIO DE CHINA

incienso, china calendar
incienso, china by Bigeyes
More China Calendars

Este verano durante 20 días, unas 65 personas recorrimos China en busca del eclipse más largo de la centuria.
Para recordar cada paso del camino he hecho este calendario. Espero que os guste.
En camino viene uno de NY!!

miércoles, 26 de agosto de 2009

El día de los enamorados en China

Bueno, voy a dejaros este post porque cuando lo he leído me ha recordado mucho a nuestro viaje por China y a los locos astrónomos.

Hoy es el día de los enamorados en China, el 7º día del 7º mes lunar según el calendario chino.

Cuenta la leyenda que habñia un guapo pastorcito que vivía con su hermano mayor y la mujer de éste. Cuando se murieron sus padres, su hermano mayor heredó la casa y un terreno. El niño heredó tan sólo un viejo buey, por lo que su hermano decidó acogerle a modo de "cenicienta" para que con ayuda del buey trabajase la tierra.

Por otro lado estaba la séptima hija del Emperador, que era famosa por sus manualidades, especialmente por sus tejidos. Todos la conocían como la doncella tejedora. El Emperador estaba fascinado por su forma de tejer nubes y arco iris que embellecían el mundo.

El buey en realidad era un inmortal que procedía del cielo, y que por haber cometido varios errores fue castigado bajando a la tierra en forma de buey. Un día le dijo al pastor "Tu eres una persona amable. Si quieres casarte tienes que ir al arroyo y tus deseos se harán realidad". Así hizo y cuando llegó se quedó prendado de las siete hijas del Emperador que habían bajado del cielo para darse un baño. Fascinado por la más joven y también la más bonita, le robó sus ropas mágicas. Una vez hubieron terminado el baño, una a una se fueron, salvo la más pequeña que sin sus ropas mágicas no se podía marchar. Entonces fue cuando apareció el pastorcillo y le propuso casarse con él a cambio de sus ropas. Trás dudar unos instantes, la jóven accedió, se casaron y tuvieron dos hijos.

Un buen día, el viejo buey falleció, no sin antes advertir a su joven amo que debía conservar su piel.

El Emperador en el cielo echaba de menos a su 7ª hija, quien le tejía nubes y arco iris, así que mandó a su madre a que fuera a buscarla.

Mientras la abuela y la nieta regresaban al cielo, el pastorcillo envolvió a sus dos hijos entre las ropas mágicas de su esposa, se puso la piel del buey y se lanzó trás ella.

La abuela, con su horquilla, creó la via láctea para mantenerlos separados. El emperador trasladó a su hija a la estrella Vega en Lyra, pero el pastor y sus hijos se quedaron en la estrella Altair, en el Águila.

Desde entonces tan sólo pueden verse una vez al año, el 7º día del 7º mes lunar.

lunes, 27 de julio de 2009

Noche 17 - Día 18


Vuelta

Después de llegar en un santiamén al aeropuerto, nos dispusimos a realizar los trámites de aduana. De momento, no nos tomaron medida de la temperatura; aunque todos íbamos preparados.

Después de varios ajustes de peso, alguna que otra apertura de maletas, para verificar el contenido, e incluso algún que otro expolio de ciertos materiales que estaban prohibidos, subimos al avión.

En estos momentos, ya es noche cerrada.

Ascendemos hasta los 11 Km, y ponemos rumbo al Norte. En el horizonte se ve un Sol reluciente, que se mantiene sin moverse de sitio durante mucho tiempo.

Pasan varias horas, que aprovechamos para dormir, y el Sol nos sigue impertérrito. Después de mucho tiempo, comienza a hacerse de noche realmente, y cuando desaparece el Sol, nos anuncian que nos van a servir el desayuno. Resulta que estamos ya muy cerca de París, y hay que prepararse para aterrizar.

Apenas tocamos tierra, volvemos a ver el Sol que aparece sobre el horizonte. Son las 6:15 de la mañana, y esta vez el amanecer es definitivo. Otra vez hemos tenido un Sol de medianoche, y un par de amaneceres, y otro par de anocheceres. Qué noche la de aquel día, que dirían los Beatles.

Después de recorrer medio aeropuerto, y despedirnos unos de otros unas cuantas veces, buscando cada uno sus puertas de embarque, conseguimos llegar al avión que nos llevará a Valencia.

Una vez tomada tierra en Manises, y recogidas las maletas sin que hubiera ninguna novedad importante, es decir, no se perdió, ni destrozaron ninguna, cogimos nuestro microbús, y partimos rumbo a Gandía. Hacia las 14:00 llegamos, y ya camino de casa… pasamos por delante de Mercadona… paramos a comprar algo de comida… y lo primero de todo fue: una tortilla de patata de esas refrigeradas, y unos tacos de jamón. Fue una delicia poder comer tortilla de patata después de no sé cuantos días, a pesar de que era de esas prefabricadas.

Y hasta aquí llegó este diario sobre el mayor viaje de nuestra vida. Hemos visto un país muy distinto al nuestro, un país que es el futuro, y hemos visto un eclipse, que es el mas largo del siglo, en el país mas poblado (creo…).

Sólo queda dar las gracias a todos los participantes por su paciencia, sobre todo en algunos momentos difíciles al principio del viaje (con jet lag incluido), a Yaqin por su dedicación, aunque no siempre era comprendida por nuestras mentes occidentales, y sobre todo, dar las gracias también a Enric Marco, sin cuya colaboración, estas “crónicas orientales” no hubieran sido posible, ya que a pesar de todo el “capitalismo subyacente”, no hay que olvidar que el país del que venimos es comunista, y tienen Internet bastante controlado, siendo imposible el acceso a muchísimas páginas, entre ellas nuestro propio blog.

Y como decían nuestros clásicos del Siglo de Oro, al acabar las representaciones teatrales:

Aquí acaba la comedia,
Perdonad sus muchas faltas.

Nota final: No ha sido una comedia. Ha sido real como la vida misma.

Marcelino Alvarez

domingo, 26 de julio de 2009

Noche 16 - Día 17

SHANGHAI – AEROPUERTO


Bueno, hoy es el último día que estaremos en China, Por una parte, ya tengo una cierta morriña de España, y sobre todo de sus comidas, pero por otra parte, quizás podríamos haber estado una noche mas en Shanghai. Es una ciudad muy grande. Apenas hemos visto una pequeña parte, pero no hay para mas.

Para aprovechar mejor el último día, se hacen dos grupos: por una parte., el autobús de los que quieren ir de compras, en lugar de hacer las visitas previstas para hoy, y por otra parte, el autobús de los que no quieren comprar, sino ir a cumplir el programa previsto. Realmente también se forma un tercer grupo, con tres personas que quieren ir a ver el Museo de las Ciencias de Shanghai, y un cuarto grupo de otras tres personas, porque Laura, que se incorporó al viaje un día después de todos, gracias al permiso especial que le concedió el gobierno de EE.UU. tiene que coger su vuelo a las 16:00, en lugar de a las 23:35 como todos los demás.


En fin, después de los ajustes pertinentes, yo fui de los que quisieron ver el Jardín del Mandarín Yuyuan. Todos nos esperábamos ver un jardín típico chino, pero la realidad nos superó tan ampliamente, que nos quedamos todos asombrados.

Bajamos del autobús, y entramos en una calle amplia, pero de una arquitectura totalmente distinta a las calles normales. Todos los edificios eran casas del mismo estilo chino, con tejados en forma de ala (puntiagudos hacia arriba), perfectamente (bueno, casi perfectamente) conservadas, y comenzamos a sumergirnos en una serie de laberintos de cruces, casas, calles, recovecos, etc… que nos da un poco de miedo, porque hay que tomar referencias para no perderse. Por fin, llegamos a una plaza grande, preciosa, que es la entrada a la casa y jardín del Mandarín Yuyuan. Una vez dentro, nos dan tres horas libres, para recorrer la casa, los jardines y el barrio. Pensamos que es mucho, pero nos avisan, de que nos demos prisa si queremos ver toda la zona, porque realmente tres horas es poco tiempo.

Comenzamos la visita, y el grupo grande se divide en varios grupos pequeños. Y nos pasa lo de siempre en todos los jardines chinos: Es un laberinto, y te pierdes. Todos los jardines son preciosos: Todos están bien cuidados. Todos tienen una serie de caminos y puentes con fuentes, agua corriente, peces, patos, etc… pero lo que nadie dice, es que todos los caminos conducen a casi todos los sitios. Todos los jardines son laberintos, pero no como los occidentales, que hay caminos que no llevan a ninguna parte. En los jardines chinos, nunca tienes que retroceder porque el camino lo tengas cortado, pero seguro que pasas mas de dos veces por el mismo sitio, y puedes hacer dos veces la misma foto, y no enterarte. Son maestros en el arte del escaqueo y la confusión. Y este jardín, además de grande, es una obra maestra de los caminos que te llevan sin que te des cuenta de una parte a otra. Como la vida misma. Seguro que algún sentido oculto tienen esos jardines, porque los chinos no hacen nada “porque sí”.

Cuando conseguimos salir, nos dedicamos a recorrer el barrio que rodea la casa del Mandarín, y aprovechamos para comprar alguna cosa que otra, aun sabiendo que nos estaban engañando. El barrio es precioso. Parecido al Gran bazar de Estambul, pero con calles abiertas, compartiendo la calzada con coches, bicicletas, motos, y sobre todo chinos. El barrio entero parecía estar alfombrado de chinos. Había mas gente que en la plaza del ayuntamiento de Valencia en fallas, o en San Fermín en Pamplona, o el fin de año en la puerta del Sol de Madrid. Pasamos otro buen rato haciendo fotos, hasta que nos dimos cuenta de que ya era mas de las 12:30-. Razón tenían., al decir que con tres horas, no había tiempo de verlo todo bien.

De nuevo en el autobús, fuimos directamente a comer. El otro grupo, (el de las compras, los museos y el del aeropuerto), estaba comiendo en otro lugar, y no nos encontramos hasta que una vez acabada la comida, nos fuimos a pasar un rato a una zona de compras “electrónicas”. Ahí pudimos comprar unos Pendrives de 500 GB por 100 Yuanes (10 euros), unos altavoces de esos que llevan los guias para hacerse oir del grupo por 38 yuanes (menos de 4 euros), trípodes, cámaras, filtros, etc… en fin una locura. Si todo lo que hemos comprado funciona… será para dar gracias a Dios. Y si no funciona, tampoco se habrá perdido mucho.

Después, fuimos a visitar un barrio que era una concesión francesa del siglo XIX, y donde nos trasladamos instantáneamente a la Europa de hace muchos años. Mesas en las terrazas, cervezas, vinos, pasteles, etc… todo parecía sacado de un París decimonónico.

Y como todo llega a su fin,… fuimos a cenar, y a arreglar las maletas con las compras de última hora, para no tener problemas en las aduanas.

Una vez todos conformes con los kilos, los bultos, los escondites para las piezas que podrían originar problemas en la frontera, nos dirigimos al MAGLEV, o tren magnético, sin ruedas, que nos trasladó al aeropuerto, en un viaje relámpago, .ya que hicimos en cinco minutos, lo que normalmente cuesta media hora larga de autopista.

A partir de aquí, comienza la última aventura. El viaje de vuelta. Pero eso será motivo de una última crónica…

sábado, 25 de julio de 2009

Noche 15 - Día 16




SHANGHAI

Hoy es el último día completo de viaje. Ya se nota en las conversaciones que se acerca la hora de volver. Los 17 días se han pasado ya casi sin darnos cuenta. Y lo único que nos queda claro es que el eclipse ha sido visto y fotografiado , que era el motivo principal del viaje.

Esta mañana, hemos comenzado con una visita al Museo de Shanghai; hemos madrugado porque las colas son impresionantes. A las 9 en punto hemos entrado, siendo de los primeros, y viendo desde las puertas unas colas que prácticamente llenaban la zona de espera de la plaza del Ayuntamiento. Muchos grupos de turistas chinos, junto a otros tantos grupos escolares con sus maestros. Es de destacar, que los niños van siempre en formación de tres en tres, y la guardan con un gran orden. Una vez en el Museo, tenemos dos horas para visitarlo. A las 11:00 hemos quedado todos en el patio central, para trasladarnos al otro museo: El de planificación urbanística de la ciudad, de cara a la Expo Internacional de 2010, en la que participan muchos países, entre ellos España.

Después, fuimos a comer a una churrasquería, donde nada mas llegar, nos avisan de que es menú libre. Nos llenamos el plato de la guarnición mas variada, hasta que empiezan a llegar a las mesas, camareros con costillas de buey, costillas de cerdo, jamón fresco, longanizas, pollo, y un sinfín de carnes, y nosotros, después de tantos días de comida china, encontrarnos con esta sorpresa, estábamos maravillados. Además, podías hablar en castellano porque el dueño es brasileño, y habla portugués y español, y te entendía a la perfección. En resumen, una comida memorable. Y por si fuera poco, hoy es el día de Sant Jaume, y uno de los viajeros, llamado Jaume Roca, nos pagó las segundas bebidas, y los cafés del que quisiera, para celebrar su santo. Así, que después de haber comido incluso en exceso, pudimos disfrutar de un café expresso, como desde hacía 17 días no lo probábamos.

Después de tan copiosa pitanza, fuimos al malecón, a embarcarnos en un crucero por el río , para ver los rascacielos y viviendas del famoso barrio Pu Dong. Fue un paseo muy agradable, sin mucho viento, (y además en la dirección correcta), que nos permitió hacer fotografías a los múltiples rascacielos que han crecido a la orilla del río.

Una vez terminado el crucero, subimos al piso 100 del edificio mas alto del mundo. En unos segundos, pasas del nivel de la calle, hasta la cota de los 474 m. provocando un taponamiento de los oídos bastante notable. Y cuando subes a través de unas escaleras mecánicas al último tramo, te encuentras con un suelo de cristal, que te permite hace fotos a través de tus propios pies. La sensación es de mareo, incredulidad, miedo, y cualquier otra que se te ocurra, porque el cerebro no está preparado para esa visión, y tienes que luchar contra todo lo imaginable para poder andar mas o menos “tranquilamente” sobre una superficie tan extraordinaria. Por supuesto, en el piso 100 existe una tienda de recuerdos, con unos precios tan astronómicos, como la altura a la que nos encontramos.

Después bajamos, y volvimos a subir a otro edificio, pero esta vez para cenar. Se trata del restaurante giratorio que se encuentra en el metro 290 de altura de un edificio llamado la perla del oriente. Después de la comida, todavía no teníamos ganas de cenar, pero a pesar de todo, se cenó y se cumplió con los cocineros.

Ya mañana hemos de preparar las maletas para el viaje de vuelta.

Después de las visitas del día cogeremos el avión con destino París, donde cada grupo de separará de los demás, de acuerdo con las distintas opciones de salida de España. La próxima crónica, ya será desde Gandía, donde llegaremos el lunes sobre medio día.

Asi que… hasta mañana…

viernes, 24 de julio de 2009

Noche 14 - Día 15


SHANGHAI

Hoy hemos dejado atrás Suzhou y sus jardines, para partir hacia Shanghai.

Lo primero ha sido llegar a Xitang, que es un precioso lugar donde hace tres años se rodó ”Misión Imposible 3” .

No nos extraña que se eligiera este lugar, en medio de la gran marjal que es el delta del Yantzhé, porque es verdaderamente precioso. Pasear por sus canales con unas pequeñas embarcaciones de 10 plazas, ha sido una grata experiencia; y por si fuera poco, hemos tenido una hora de tiempo libre para fotografiar todos los rincones posibles, los chiringuitos, las tiendecitas, etc… En resumen, un lugar de mas de 1500 años de antigüedad, en el que hemos disfrutado de lo lindo. Tanto que de una de las barcas, no paraban de salir las notas de las canciones mas diversas, gallegas, vascas, e incluso modernas, mientras todo el mundo en las orillas intentaba averiguar lo que pasaba en el canal.

Después de la comida, que ha sido en un pequeño restaurante allí mismo, hemos continuado camino hacia Shanghai. Hemos llegado a Sheshan, donde se encuentra el primitivo observatorio de Shanghai, que hemos recorrido en su totalidad, viendo el primitivo telescopio (en uso hasta muy reciente fecha), los sistemas de control, y un planetario que hizo las delicias de Angela del Castillo.


Después, ya en Shanghai, fuimos a cenar a pesar de que eran las 6 de la tarde, porque a las 7:0, teníamos una cita con el espectáculo de acrobacia de Shanghai. Fué una actuación magnífica, en la que pudimos ver cómo acciones que parecían imposibles, se ejecutaban con la mayor naturalidad del mundo. Un espectáculo inolvidable . Por fin, después de callejear un poco con los autobuses, llegamos al hotel.

Unos han salido a ver la Noche de Shanghai, ya que el ambiente era fabuloso, otros nos hemos quedado, para reponer fuerzas, que mañana no levantan a las 6:30 de la mañana.

Y nos espera un día complicado de visitas a dos museos, paseo por el río, y finalmente la cena en la Perla Oriental. Todo un programa preparado para cansarnos. Qué le vamos a hacer. Como decíamos al principio del viaje, la vida del turista es muy dura.

jueves, 23 de julio de 2009

Noche 13 - Dia 14


SUZHOU


Hoy ha amanecido lloviendo, aunque luego ha pasado todo el día nublado y hasta última hora no ha vuelto a caer ni una gota.

Lo primero del día ha sido visitar los jardines de la pagoda inclinada, ya que esta ciudad no sólo es la Venecia de Oriente, sino que también tiene su pagoda inclinada. Necesita de una restauración, porque después de casi 1.000 años de que fue construida, se encuentra en un estado no muy bueno, pero no corre peligro de derrumbamiento; sólo hay que adecentarla un poco. Sin embargo los jardines que la rodean, están perfectamente conservados.

Cuando acabamos la visita a la Pagoda inclinada, pasamos a ver el Templo del la colina del tigre, que no es un solo templo, sino un conjunto de ellos, donde se ofrece incienso a Buda, y se vive una religiosidad impresionante. Todo el conjunto se haya abierto al culto, y aunque no dicen nada, tampoco queremos molestar con los flashes de las cámaras. Además, hay suficientes motivos fuera de los templos, como para que haga falta ir molestando.

Luego visitamos una fábrica de tejidos de seda, viendo todo el proceso desde que el gusano se convierte en capullo, hasta que sale el hilo de seda. Como es normal, luego pasamos por la tienda, donde casi todo el mundo acaba comprando algo.


Ya por la tarde, recorremos la colina del bosque del León, en lugar de ver el jardín del administrador humilde. Este jardín ha sido declarado monumento artístico de la Humanidad, y los guías decían que era mucho mas bonito y cuidado que el del administrador humilde, y un poco mas pequeño, pero que puestos a elegir, este era mucho mas bonito. Y la verdad es que es un jardín maravilloso, donde se ha aprovechado la naturaleza, las construcciones y los propios jardines, para construir un laberinto, que no tiene caminos sin salida. Todos salen a alguna parte, pero por todos te pierdes, y acabas buscando realmente la salida. Tan pronto estás dentro de unas habitaciones que no recuerdas haberlas pasado, como te metes en un pasadizo, que en tiempos de guerra (sobre todo con los japoneses), se podía disimular y evitaba que te pudieran encontrar, como apareces en medio del jardín, al lado de alguien a quien has visto hace mucho rato, y que va tan perdido como tu. Y en medio de todo eso, un lago con un barco de piedra, y una cascada de agua que cae desde mas de 8 metros de altura. Sólo estás seguro de haber encontrado la salida (sin saber cómo por supuesto), cuando apareces dentro de la tienda de recuerdos y similares por la que sales a la calle. E incluso, ni aún así estas seguro de haber salido, porque dentro, distribuidas estratégicamente, hay varias tiendas que te ofrecen los recuerdos mas exóticos, y crees que estás en la salida, pero te tienes que rendir a la evidencia de que esa tienda… no es la última. De verdad, que ha sido una visita la mar de divertida.

Acabamos el día cenando en un restaurante típico, donde al acabar, disfrutamos de una tormenta de mucho cuidado. Comenzó a llover y tronar de una manera desaforada, aunque no duró mucho. A la llegada al hotel ya prácticamente se había pasado el aguacero.

Mañana nos despedimos de Suzhou, y llegaremos a Shanghai, nuestra última etapa.

Hoy hemos buscado periódicos para ver lo que decían del eclipse, pero ha sido casi imposible encontrar alguno. Al final hemos conseguido uno en inglés y chino, y otro en chino exclusivamente, gracias a lo cual, nos hemos dado cuenta de la suerte que hemos tenido, ya que los diversos grupos de gente con los que hemos tropezado hoy, no habían conseguido ver nada, y todos se quedaban tristes, al ver que nosotros, desde Anji, sí que habíamos logrado verlo completo.


Bueno, de momento buenas noches y hasta mañana…

miércoles, 22 de julio de 2009

Noche 12 - Dia 13



ANJI - SUZHOU


¡Objetivo logrado!


Hoy es el día. Son las 3:30 de la mañana, y acaba de sonar el despertador. Fuera hay una tormenta con fuerte aparato eléctrico, que nos hace pensar lo peor, pero a las 4:45, cuando salimos hacia el autobús, no llueve, y hace calor.

El viaje hacia el observatorio de Shanghai lo hacemos en aproximadamente una hora, sin problemas y sin atascos. Pasamos los dos controles policiales establecidos para controlar el acceso, y llegamos antes de las 6 a la zona de observación. Bajamos de los autobuses, y nos damos cuenta de que el tiempo ha mejorado bastante. Completamente cargados con los ordenadores, las cámaras, los telescopios, etc… llegamos a nuestra zona reservada.

Casi 100 m. de largo, por 10 de fondo, con un césped a la espalda que nos vendrá muy bien para las sombrillas que el gobierno chino ha dispuesto en la zona, cubrimos toda la zona con camisetas rojas, de forma tal, que desde la otra parte del lago artificial al lado del cual estamos, se ve la marea roja. Aparece entonces el problema: Faltan 8 mesas y 15 sillas, que tenemos pagadas, pero que la organización no nos ha puesto. Llamamos para reclamarlas, y nos dicen que todas las sillas y mesas están repartidas, y las nuestras también. Pero cuando vienen para comprobarlo, se dan cuenta de que realmente no están. Alguien se las ha apropiado. Nuestros vecinos, son un grupo de aficionados de Noruega. Son unos20, pero tienen 8 mesas, y veinte sillas. Hábilmente interrogados por la jefatura del campo, descubren que son ellos los que han cogido mesas y sillas, porque no tenían nada alquilado. Hay que tener en cuenta que se pagan 2 euros por silla, otros 2 por mesa, 2 por cada persona, y 2 por cada vehículo. Ellos no han pagado ni por sillas, ni por mesas, pero tienen de todo. Nuestra guía hecha la culpa de todo a la guía de ellos, pero aquella dice que todo lo que ellos tienen es material suyo. Avisada la policía, les obliga a devolver las sillas pero las mesas, tenían quitado el papel identificador, y dicen que no pueden justificar que sean las nuestras, con lo cual nos traerán otras a nosotros. Pero las nuevas mesas no llegan, y decido tomar cartas en el asunto. Lo primero que hago es expulsarlos de nuestra zona, porque habían ocupado una parte de nuestros 100 m. Con muy poca amabilidad, les invito a cruzar la linea y ponerse al otro lado. Cuando me quieren preguntar, en lugar de responderles, les digo que me hable desde su lado, y sólo cuando haya cruzado “la frontera” les atenderé. Luego les digo que el montaje que tenían con tres cámaras a la vez, una de cuyas patas también entraba en nuestra zona hagan el favor de quitarlo ellos, o se lo quito yo, con lo cual les obligaba a volver a colocar todo el montaje en estación, volver a equilibrar, etc… incluso que me pondría delante de las cámaras para impedirles la visión. En esos momentos, ya se había armado algo de revuelo, y se acercó el que parece ser era el responsable del grupo, a ver qué pasaba. Le explico que ellos han cogido nuestras mesas y sillas, y que las sillas ya las han devuelto, pero que las mesas se las han quedado y no estoy dispuesto consentirlo. Me pregunta que cuántas necesito; en ese momento, nos hacían falta cuatro mesas, para tener nuestro cupo. Y sin decir ni una palabra les ordenó a sus compañeros que pasaran cuatro mesas a nuestra zona, y nos pidió perdón, porque ellos no habían hecho otra cosa, que hacer caso a su guía, que les había dicho que podían coger lo que quisieran. No sabían que había que pagar por cada silla cada mesa, y tampoco entendían lo que pasaba. Una vez aclarado el entuerto, y puesta cada cosa en su sitio, incluso entablamos amistad, nos intercambiamos las páginas web, y se ofrecieron para escribir en nuestra revista (nos darían el texto en inglés) así como que están dispuestos a publicar lo que le enviemos en la suya. Por supuesto volvieron a cruzar la línea e instalarse en parte en nuestra zona, que era realmente una cosa que no molestaba, porque nosotros teníamos sitio de sobra. Y ese fue el incidente mas grave de toda la observación.

A las 8:23, puntualmente apareció la Luna (por las 12 en punto) y con los gritos y avisos de rigor, dio comienzo el eclipse. Las nubes cubrían una gran parte del cielo, pero la zona del Sol estaba despejada.

En esto oigo que me llaman: “Marcelino”, y al girarme veo a uno de los antiguos componentes del viaje a Turquía, que ha venido a China, con toda la familia, y al enterarse de que íbamos a esa zona, se inscribió para intentar localizarnos. Estuvimos hablando un rato, saludando a los antiguos compañeros de eclipse.

Entretanto, las nubes han hecho acto de presencia, pero no tapan totalmente el Sol. No llega a estar despejado, pero tampoco está cubierto. Así llegamos a las 9:35, que es el comienzo de la totalidad. El cielo está casi sin nubes, y vemos perfectamente la caída de la luz, que se levanta un cierto oleaje en las aguas de la presa, ya hacía rato que no quedaba ni un solo pájaro, ni ninguna de las cientos de libélulas que pululaban por encima de nuestras cabezas. Los gritos emocionados, las fotos, los filtros que se quitan, las perlas de Baily, el anillo de diamantes, etc… todo pasa en un segundo. Y cae la noche mas negra, dejando sólo un poco de claridad por el fondo, que al estar medio nublado, tampoco es tanta la diferencia, entre la zona oscura y la zona clara. Hay quien se pasa los cinco minutas y medio largos llorando de la emoción; hay quien se queda paralizado por la visión del Sol negro; yo, me olvidé de sacar fotografías a través del telescopio. No tengo ni una sola de la fase de totalidad, pero la verdad es que no me importa; ya veré las que han hecho los demás.

A las 9:40, termina la fase de totalidad, y volvemos a ver las perlas, el anillo de diamantes, etc… y colocamos los filtros.

A partir de este momento, el Sol en lugar de ir ganando terreno a las nubes, se queda sin fuerza, y se nubla cada vez mas.
Cuando acaba el eclipse, casi a las 11:00 las nubes nos obligan a perdernos el último contacto, y a partir de ahí, ya no nos dejarán en todo el día.

Apenas una hora después, comienza a llover, y de regreso al hotel, a recoger las maletas con todos nosotros eufóricos como nunca, ya no nos importa que llueva. El motivo principal del viaje, ver el eclipse mas largo del siglo XXI, lo hemos conseguido. Dejando a parte una ligera capa de nubes, las fases mas críticas del evento han sido vistas perfectamente. La emoción nos ha invadido a todos, y la alegría desbordante ha sido lo mejor de todo. Uno de los mas bonitos fenómenos de la naturaleza, se ha producido. Ha sido maravilloso.

Ni qué decir tiene, que las entrevistas a las televisiones y prensa locales se han producido continuamente, que las camisetas que lucíamos han sido todo un éxito, y hemos vendido todas las que llevábamos de sobra, que las notas de “Paquito el chocolatero” se han escuchado en toda China, y que mañana, todos los diarios locales hablarán de “la roja” española, que conquistó la fama en el eclipse. Siempre sale el temperamento español, y organizar una filá de moros y cristianos en menos que cuesta decirlo, fue algo inenarrable. Grupos de Grecia, de Nueva Zelanda, de Japón, de Estados Unidos (Texas en concreto), de Noruega (los vecinos), de Corea, de la India, varios otros grupos de españoles, y ni se sabe de cuántos mas países, disfrutamos con el mas grande espectáculo de la naturaleza. Todos querían abrir ya la lista para el siguiente eclipse: Australia 2012.

Por la tarde, emprendimos viaje a la ciudad de Suzhou. Durante gran parte del viaje está lloviendo, como si fuera en plena Safor, con una intensidad que apenas deja ver la ruta al conductor, pero la alegría ya no nos la quita nadie.

Una vez en Suzhou, nos anuncian que la excursión prevista a los canales, con pequeñas barcas, se tiene que suspender, porque los canales de esta Venecia oriental han sido cerrados por inundaciones. Posiblemente sigan las lluvias durante todo el día de mañana, pero ya no nos importa nada. Lamentablemente, en la cena coincidimos con un grupo de japoneses, que no ha visto nada por culpa del agua. Les ha llovido todo el día. Es una pena, pero…

Mañana continuaremos lo que falta de viaje, pero ya nada será igual. Hemos cruzado la línea de la felicidad, y nada de lo que pase a partir de ahora nos podrá privar de la alegría de haber visto completo el eclipse de Sol mas largo de la centuria.

martes, 21 de julio de 2009

Eclipse de Sol


Dentro de unas horas, madrugada en Europa, se producirá el eclipse de Sol más largo del siglo XXI.


Será visible en gran parte de Asia y el Pacífico pero no en Europa ni América. No tendremos esta vez el consuelo de verlo ni siquiera parcial.


El acontecimiento empieza al amanecer del miércoles, 22 de julio, en el Golfo de Khambhat al oeste de la India. Los pescadores de mañana no experimentarán una madrugada normal sino una que no han visto nunca. Al levantarse el Sol detrás del horizonte no lo veran de la forma habitual sino que será un agujero negro rodeado por serpentinas pálidas dispersas por el cielo. Los pájaros marinos preparados para pescar pararán de graznar inseguros de si el día ha empezado o no.

La mayor parte de los eclipses solares producen esta clase de experiencia sólo durante unos cuantos minutos como máximo. El eclipse del 22 de julio, de 2009, sin embargo, durará 6 minutos y 39 segundos en algunos lugares, no lejos de los 7 minutos que es el máximo teórico para un eclipse. La duración de este eclipse no será superado hasta el eclipse del 13 de junio de 2132. Esto lo convierte en el eclipse más largo del siglo.

Desde el Golfo de Khambhat, la sombra de la Luna correrá hacia el este hasta el otro lado de India, China y las islas Ryukyu de Japón. Finalmente se adentrará en el Pacífico.

El camino de la totalidad pasará por muchas grandes ciudades. La sombra lunar cubrirá Shanghai, la mayor ciudad de China, durante seis minutos, mostrando la fantasmagórica corona solar a 20 millones de habitantes. Otras grandes ciudades en el camino de la totalidad incluyen a Surat, Vadodara, Bhopal, Varanasi, Chengdu, Chongqing, Wuhan, Hefei, Hangzhou. La población de cada una de ellas se cuenta por millones, haciendo de este eclipse posiblemente el más observado de la historia humana.
El eclipse es extra-largo a causa de una coincidencia afortunada a causa de la forma elíptica de las órbitas planetarias. El 22 de julio la Tierra está cerca del afelio de la órbita, el punto más lejano al Sol. Se verá por tanto un Sol más pequeño lo que significa que la Luna lo puede cubrir durante mucho más tiempo. Al mismo tiempo, la Luna estará cerca de su punto más cercano a la Tierra, su perigeo. Tenemos así una Luna grande que cubre el Sol más mucho tiempo.

El lento paso del eclipse puede tener un efecto transformador sobre los testigos. Un eclipse total puede convertir gente corriente en "perseguidores de eclipses" que recorran miles de kilometros para volver a ver la sombra tranquila de la Luna y observar la corona solar.
Nuestros compañeros que se encuentran en Anji nos mandaran fotos del Sol tapado por la luna tan pronto como puedan.
Se podrá ver en directo por internet a través de las multiples expediciones desplegadas en China.
La expedición Shelios 2009, en colaboración con la Junta de Extremadura y otras asociaciones, va a retransmitir en directo vía streaming el eclipse de Sol que tendrá lugar en China la madrugada del 21 al 22 de Julio. Podeis seguirlo en este enlace.

Basado en la nota de premsa de la NASA: Longest Solar Eclipse of the 21st Century






Noche 11 - Dia 12




HANGZHOU - ANJI


Hoy es el día en el que llegamos a nuestro destino en China para ver el eclipse.. A las nueve de la mañana estamos todos en el autobús, con las maletas preparadas para emprender viaje hacia Anji. Teníamos previsto hacer el viaje por la tarde, porque quedaban un par de cosas por visitar, pero hemos cambiado los planes, y vamos directos a Anjí. Todos estamos de acuerdo en que lo principal es el eclispse, y ya hemos visto mucha gente que va a verlo, y tenemos prisa por llegar a conocer el sitio. Así que hacia las 11:30, llegamos a lo que nos decían que era un poblado, pequeño y sin turismo, y nos hemos encontrado con una hermosa y moderna ciudad, de aproximadamente un millón de habitantes, que es considerada pequeña por las autoridades chinas, La carretera principal que une Anji con el resto de ciudades, es una autovía, y el viaje ha sido un desplazamiento de apenas dos horas.

Hemos tomado posesión del hotel, y hemos comido. Por la tarde hemos pasado la inspección policial y hemos inscrito el autobús en los vehículos autorizados., porque mañana necesitamos esa acreditación para poder acceder a la zona de observación.

Luego hemos ido a ver el mar de bambú, como se conoce a las montañas que rodean Anjí. Nos hemos maravillado ante la cantidad de cañas de bambú que hemos visto, y su belleza. Realmente parece un mar, porque las montañas son de laderas suaves, totalmente cubiertas de bambú, que en solo 60 días, es capaz de producir una caña de mas de 10 cm. De diámetro, y de 15 m. de altura, aunque luego, lo conserven durante siete años, para poderlo cortar y que sea útil en la constucción, mobiliario, enseres caseros, parte integrante de la comida, etc… Aquí se utiliza bambú para todo.

Antes de cenar hemos tenido una última reunión sobre qué parámetros ajustar y en qué medidas, para poder tomar buenas fotos del fenómeno de mañana, y nos hemos dado cuenta de la gran cantidad de gente que hemos venido a estas tierras para ver y disfrutar del eclipse. Todo el hotel está lleno de alemanes, americanos, nosotros, japoneses, y otras nacionalidades, que estábamos haciendo reuniones por cualquier sala y lugar. El nerviosismo se respira en el ambiente. Mañana es el día D.

A las 3:30 de la madrugada habrá diana general. A las 4 abren el comedor, para que podamos desayunar algo de caliente, en honor a todos los clientes que han venido para esta ocasión tan especial. Luego traslado a la zona de eclipse, donde tendremos unas dos horas de preparación de material, y luego a esperar. Hasta mañana.

lunes, 20 de julio de 2009

Noche 10 - Dia 11

HANGZHOU

Hoy lunes, ha amanecido con Sol, que va acercándose mas al cielo despejado cada día, y con dos autobuses nuevos, esta vez en perfecto orden de funcionamiento. Hemos comenzado el día con una visita al Lago Oeste, a un embarcadero, para realizar un pequeño crucero. Este lago es algo espectacular. Rodea a una gran parte de la ciudad, y antiguamente estaba unido con el mar. Posteriormente fue aislado, y las aguas no se renovaron, mientras que hace unos años, se construyeron unos canales, aprovechando las obras del gran canal (que nace aquí y llega hasta Beijing), para volver a reconectar las aguas de marea con las interiores, de forma que aproximadamente cada tres días, estas son renovadas totalmente.

Hoy estuvimos toda la mañana alrededor del lago de casi 14 Km. de orilla. Para terminar, tuvimos un pequeño paseo en barca de madera, ya que no se puede llamar crucerito como decía el guía, y visitamos una moderna pagoda, destruida hace unos 80 años, y reconstruida con escaleras mecánicas y ascensores. Lógicamente, no se utiliza como pagoda, sino como edificio público dedicado a una leyenda, que habla de la seda, y de que en estos parajes vivía un matrimonio compuesto por una serpiente (con forma de mujer) y un mortal, que tuvieron un hijo, y… bueno, el resto de la historia me lo perdí, porque había que ir a comer, y prometieron recuperarla después.

Durante la comida, se celebró el cumpleaños de Amelia, una de las viajeras, que hoy hace 46 años, y volvió a sonar el “Cumpleaños feliz” en chino, con tarta y velas.

La comida fue algo fuera de lo habitual. Primero no pusieron servilletas, y luego no pusieron bebida. Y es que en esta parte de China, no están nada acostumbrados a recibir turismo exterior, y menos occidental. Las personas ya no hablan inglés, sino sólo chino, e incluso, para un grupo de escolares de tierra adentro, incluidas las profesoras, esta era la primera vez que podían ver a unos occidentales, y no pararon de hacerse fotos con nosotros, tocarnos el pelo, la ropa, y observarnos como si fuéramos bichos raros. Y realmente debíamos parecérselo, porque se maravillaban de nuestra forma de hablar, de movernos, y de estudiar nuestros gestos, ya que nuestras formas de movernos y gesticular, les resultaban totalmente incomprensibles. Luego nos explicaron que la incomunicación no es solamente oral, sino gestual. En fin, otra novedad en China, que es el país, que hasta ahora, cada día nos ha dado una sorpresa.

Por la tarde hemos visitado una calle de la ciudad, donde se habían establecido los comerciantes mas antiguos de la ciudad, y donde pudimos visitar la farmacia mas antigua de China. Las medicinas que se guardan en sus botes y armarios, son raíces, tallos y hojas de las mas diversas plantas, aunque abundaba el ginseng. Incluso, había una caja preciosa, bastante grande, con una raíz de ginseng, que valía al cambio, unos 8.000 euros. Tenía tarros con serpientes (de varios metros de longitud), lagartijas, lagartos, escorpiones, etc… todos sumergidos en una solución suponemos que alcohólica, dispuestos para la venta. Ha sido una vuelta atrás en el tiempo, de más de 300 años, y podría ser que de mas de 1000, porque la farmacia lleva abierta desde tiempo inmemorial.

Luego hemos tenido unas dos horas de tiempo libre, que hemos aprovechado de diferente manera: unos han ido de compras a la calle de la seda (silk street), y otros a la calle de la electrónica (digital street). Cada uno ha comprado algo que necesitaba, que le ha parecido bien de precio, aunque la necesidad no fuera muy clara. La vuelta al hotel ha sido en taxis, y cada uno ha rezado todo lo que ha sabido y algo mas. Nuestro taxista, por ejemplo, para adelantar, ha pasado de un carril especial derecho, reservado a vehículos públicos, a un carril de coches particulares en la primera salida que ha tenido. Luego al de la izquierda, y al de la izquierda de la izquierda, hasta que ha llegado a una doble raya continua, que para nosotros hubiera sido infranqueable, pero no para él; se la ha pasado olímpicamente, y ha avanzado por el último carril del sentido contrario, que casualmente estaba vacío, hasta llegar a una plaza, donde venían de cara unos 1000 coches, y nosotros teníamos que girar a la izquierda; pues sin hacer ninguna maniobra rara, ni aspavientos (nosotros si), se integró perfectamente entre los coches que venían, giramos a la izquierda y todo en menos de 30 segundos, e incluso hablando con nosotros. Y es que conducir en China es casi tan difícil o mas que hacerlo en El Cairo.

Para ir a cenar, hemos ido nuevamente al lago, porque en sus orillas, se ha creado una zona de restaurantes y paseos, muy concurrida todos los días. Pues bien, en uno de esos restaurantes típicos, con una cocina reconocida internacionalmente, y varias placas conmemorativas de ganar en diversos concursos, y otorgarle diversas distinciones (todo en chino por supuesto), nos han servido una cena muy sabrosa, pero en la que nadie podía adivinar lo que estábamos comiendo. Al final algunos pasamos a la cocina, y nos enseñaron la despensa: Animales vivos, sobre todo marinos. Desde cangrejos gigantes, hasta anémonas de mar, tortugas, serpientes, muchas clases de peces, algunos incluso parecían palos mas que seres vivos. Así que muy fácilmente, algunos de los platos no identificados, fuera alguno de los compañeros de pecera durante la tarde. Nadie se atrevió a preguntar.

Y para mañana, nos anuncian mas sorpresas. Mañana, llegaremos a Anjí, (la ZONA 0) y allí ya nos han avisado, que no es zona turística (que donde estamos ahora sí que lo es), y que la incomunicación será todavía mayor, porque todos los letreros estarán en chino exclusivamente, y seremos analfabetos completos. Además, ni siquiera tienen costumbre de ver a muchos turistas por sus calles. Pero como ya hemos coincidido con varios grupos de españoles, que vamos a Anjí, sabemos que no estaremos solos, y que habrá una gran cantidad de occidentales paseando por sus calles.

Pues eso; que por fín mañana, vamos a llegar al lugar desde el que vamos a ver el eclipse que nos ha traído hasta estas tierras. Hoy ya han empezado a aparecer los nervios, en forma de comentarios, sobre si tendremos tiempo para preparar los equipos, sobre si las carreteras se colapsarán, etc… posiblemente tengamos algo de todo, pero nosotros tenemos la suerte de dormir ya en el sitio elegido, mientras que la gran maoría vendrá desde Shanghai, e incluso, de tener entrada a una zona especial de observación, donde parece ser que van a ir las autoridades y científicos, con mesas y sillas.

Es de suponer que allí no tengamos Internet, ya que nadie nos ha podido aclarar la pregunta. Asi que si mañana no llega ninguna crónica, es que no hay acceso, y habrá que esperar hasta la llegada a Hangzhou, el día 22 por la noche, para que podais conocer cómo ha ido la cosa.

Así que… hasta la próxima.

domingo, 19 de julio de 2009

Noche 9 - Dia 10

HANGZHOU




Amanece, después de una noche durmiendo sobre una tabla con forma de colchón. Era realmente una cama, a la que (aunque lo tenía), le faltaba lo principal. Debe ser buenísimo para la columna vertebral… pero para todos los demás huesos no se sabe.

Hoy es domingo, y ha sido imposible cambiar los autobuses, pero nos han prometido que el lunes a primera hora tenemos los nuevos. Dado que ahora el recorrido diario es corto, ya que son distancias de entre 15 y 30 minutos, hemos aceptado, y a las 9 de la mañana comenzamos el programa.

Comenzamos visitando el Templo del alma escondida, y la colina voladora, que es un paradisíaco lugar, donde los budistas eligieron construir su primer templo en la zona. Es un gran jardín natural, donde una ladera completa de las dos montañas que forman un pequeño valle, está formada por piedra de rocalla, trabajada prácticamente cada metro, conteniendo muchas efigies de Buda en todas sus acepciones (incluso un Buda masculino, vestido de mujer), con una senda que te lleva a recorrer diversos altares, donde los fieles ofrecen incienso y rezan ante cada uno de ellos. También hay inscripciones en sánscrito, y en chino antiguo. Una auténtica maravilla, que impresiona e imprime carácter sacro al lugar. Vistos (y multi-fotografiados) los Budas de las piedras, (algunos de considerable tamaño), pasamos a la otra ladera, donde se alzan diversos templos. Son lugares de culto real, donde se mezclan los monjes de rito tibetano que habitan en el lamasterio, con el público que visita la zona. Unos, como nosotros en plan turista, y otros realmente rezando y pidiendo cosas al Buda correspondiente. Incluso tuvimos la suerte de asistir a una ceremonia en la que vimos actuar a varios monjes en procesión, con sus ritos de campanas, crótalos, tambores, otros instrumentos musicales y cómo no, también sus cánticos, que sonaban a gregoriano, a pesar de estar tan lejos en el espacio y el tiempo. Luego tres niñas, formaron parte del rito, quemando ofrendas e incienso, y por supuesto algo mas que no acertamos a entender, y terminó al acto con otra procesión similar a la inicial. Durante toda la ceremonia, la religiosidad de podía sentir en el ambiente. Sobre todo en la parte de público que llenaba el templo. Nosotros hicimos unas fotos (sin flash), e incluso sacamos un video, hasta que vino un monje a decirnos que “fotos no”, y justo cuando estaba avisándonos… suena su propio móvil, al que atendió inmediatamente. En fin, que el público es muy religioso, pero… como siempre. Lo último que íbamos a pensar nosotros, es que los monjes llevan móvil, y que no lo apagan durante sus ceremonias. Naturalmente, no le hicimos caso, y cuando acabó la llamada se reincorporó al coro y demás ceremoniantes, olvidando nuestra presencia.

A estas alturas de la mañana, son ya casi las 12, y vamos a comer. El calor es sofocante. Debemos estar a mas de 38 grados, pero con un 80% de humedad. Vamos todos (naturales del país y foráneos) totalmente empapados en nuestro propio sudor, que hace que parezcamos todos recién duchados y vestidos sin secar. Es increíble la cantidad de líquido que se pierde, simplemente por respirar, y andar unos pasos (no muchos) al Sol, entre templo y templo. Resulta que nos habían dicho que habían tres ciudades horno en China, pero no era cierto. La ciudad de Hangzhou es la cuarta ciudad-horno. Total, que de cuatro, ya hemos visitado tres.

Como curiosidad señalo que los budistas (al menos los de esta ciudad), tienen muchísimas cosas muy similares a las cristianas: tienen un templo dedicado a los 500 discípulos, con categoría similar a nuestros santos, con la efigie de cada uno de ellos, a tamaño algo mayor que el natural, donde pudimos ver a San Cristóbal (en nuestra religión), a San Antonio (con su cerdito y todo), y a muchos santos nuestros, que estaban representados allí, y que son muy anteriores a los santos cristianos. Tienen los 12 (en otros sitios eran 14 y en otros 18) apóstoles que eran los que debían propagar el budismo, y ayudar a los demás, tienen un Buda hombre, vestido de mujer, que me recordó a alguna de las muchas vírgenes nuestras, como la de Fátima, o Lourdes, la gente les pide cosas a cada santo, pasando la mano por la estela que indica su nombre, o por su vestido.

Finalizada la visita, y hechos fosfatina por el calor, fuimos a comer, y a visitar la fábrica estatal de te. Aquí todo son “Fábricas estatales”. En este caso, se trata de una fabricación de té, cultivado en las laderas vecinas. Nos explicaron el proceso de cogida de la hoja de té que cultivan aquí, y como no podía ser menos, nos intentaron vender su producto. Té no compramos, porque ya llevamos de otras partes, pero sí es interesante saber cómo lo elaboran.

Ya a media tarde, nos desplazamos a otro lugar cercano, para visitar los jardines y la pagoda de las seis armonías. La pagoda necesita una restauración urgente, pero los jardines, con la humedad reinante, estaban verdes a mas no poder. En ellos se encuentra una representación a pequeño tamaño de todas las pagodas de China. Hay tantas, que con ver unas cuantas deberías tener bastante, pero cada una tiene su algo especial que hace que la gente vaya recorriéndolas todas (las mas de 80), y haciéndose fotos en cada una. Y para acabar, descubrimos una zona donde una treintena de bonsáis, aparentemente sin cuidar, nos muestran unas formas y tamaños a los que no estamos acostumbrados. Alguno debe tener mas de 200 años de antigüedad, porque los troncos de los pequeños árboles son viejísimos. Toda una sorpresa.

Y para acabar el día, asistimos a un espectáculo de un director chino de teatro, al que apodan “El Almodóvar chino”, por la gran cantidad de actores que lleva, y la calidad de los mismos. Realmente, no tiene nada que ver con Almodóvar, pero desde luego la calidad no se le puede negar. Estuvimos casi dos horas disfrutando con varias historias chinas, e incluso nos ofreció la lucha del Sol con la Luna en forma de eclipse, materializado con guerreros negros que vencían al Sol, hasta que de repente éste renace y matan a todo el ejército de las tinieblas. Un espectáculo muy bonito, con una gran sincronización de efectos especiales, actores y música, del que tienen mucho que aprender algunos de nuestros grandes espectáculos veraniegos.

Y así, llegamos al final del día. Mañana toca la visita al lago oeste, y a una zona de la ciudad donde viven los artesanos, comerciantes, etc… antiguos, que es la mejor conservada de china. Ya os contaré.

sábado, 18 de julio de 2009

Noche 8 - Dia 9




YICHANG - HANGZHOU

Hoy es nuestro último día de vacaciones. A partir de medio día, volvemos a la ruta, los autobuses, las visitas rápidas a los monumentos, y lentas a las tiendas, etc…

La excursión de hoy es a la central de las tres gargantas. Nos hacen pasar un control un poco raro, porque bajamos del autobús, pasamos las máquinas detectoras de bombas, metralletas, etc… y volvemos a subir al autobús. Así, que si quieres que algo no te lo revisen, con dejarlo arriba… bueno no deja de ser una formalidad. La vista de la presa es formidable. Las exclusas (en la maqueta) vistas desde arriba impresionan, porque acabas de verlas en tamaño real, y te facilitan la comprensión de lo sucedido. Es una pena, que la visita no incluya un paseo por el interior de la central eléctrica, porque la sala de control debe ser impresionante. Pero a pesar de que parece que te puedes mover libremente, está todo bastante vigilado. Además, las distancias entre los distintos puntos de observación son tales, que hay que ir en autobús de un sitio a otro; y con un calor asfixiante, a nadie se le ocurre ir andando.

De vuelta de la excursión, navegamos nuevamente hasta Chiang, que es lugar donde dejamos el crucero definitivamente, para tomar el vuelo hacia Shanghai – Hangzhou.

Como seguimos sin noticias del grupo de españoles de Beijing, hemos tomado la decisión de tomar una “aspirina preventiva”, para que en el caso de que alguien tenga fiebre, se la baje. Porque de vez en cuando, al pasar algún control, nos aparecen los de la sanidad, y comienzan a tomar la temperatura a todo bicho viviente. De momento no hemos tenido ningún problema, pero para evitar riesgos, el cuerpo médico nos ha recomendado un poco de aspirina, y vamos sobre seguro. Porque entre nosotros, mas de la mitad hemos sufrido (yo también), la diarrea del viajero, y unos un día, y otros otro, todos hemos ido teniendo algunas décimas, que por supuesto no son por la gripe, sino por trastornos intestinales; pero por si acaso…

Antes de llegar al aeropuerto, tenemos tiempo para visitar una factoría de bordados, en la que las compras eran una excusa para no estar soportando el tremendo calor de la calle. Y estando en medio de la vorágine de regateos y gesticulaciones, Angel Requena me ha llamado la atención sobre un tipo alto, desgarbado, americano, que iba con nosotros en el crucero, junto con un grupo de americanos, porque podría ser el CEO de Sky&Telescope, ya que esta revista ha organizado también un viaje al eclipse, y van a la misma zona que nosotros: Anji. Ya veremos al final cómo quedamos, porque si nos vemos allí, nos acordaremos del crucero, y hasta es posible que nos nombre en su revista!! (Huygens no tiene tanta fama como S&K, pero con el tiempo…)

Y de nuevo al avión, aunque esta vez sin controles sanitarios, nos encontramos ya eh Hangzhou, pequeña ciudad, de unos 8.000.000 de habitantes, a dos horas y media de autobús de Shanghai. Nuestro hotel es uno de los muchos rascacielos de la ciudad. Mañana desayunaremos en el piso 21.

Ya volvemos a tener Internet, y ahora podremos enviar ya todas las crónicas día a día.

Hemos tenido algún que otro problema con los autobuses, porque parecen sacados de la España de los años 60, con asientos tapizados de “skay” (tal como suena), con ventanas que se pueden abrir, un micrófono que no funciona, los respaldos que se caen solos, y hemos decidido que un autobús puede ser viejo, pero debe estar en condiciones, y mañana o lo cambian, o nos sublevamos. La guía ha conseguido hablar con la agencia de viajes, y mañana nos darán la solución. Por la noche os enterareis…

viernes, 17 de julio de 2009

Noche 7 - Dia 8


WUSHAN

Hoy es un día de descanso, en el que hemos visitado un afluente del YAngtzhé famoso por sus escarpadas orillas, en las que se mantienen colgados o metidos en oquedades naturales los féretros de los ancestros, hasta que el tiempo los deshaga. No tiene mucho interés, sobre todo cuando ya has visto unas orillas de río majestuosas, amplias, otras acantiladas, y eso es mas de lo mismo, pero en barcos mas pequeños.

De vuelta al barco, nos avisan de que esa noche se celebra la cena de despedida del capitán, y que un poco antes, vamos a entrar en las exclusas de la presa de las tres gargantas.

Luego nos avisan de que pasamos por la primera de las gargantas, y vemos que realmente las orillas se elevan verticales sobre el río durante un trecho, hasta que vuelve la anchura normal. De igual manera pasamos la segunda garganta, un poco mas estrecha que la anterior, y apenas volvemos a ver el río con su anchura normal, nos avisan de que estamos llegando a la presa de las tres gargantas.

Eso sí que es un espectáculo impresionante. Al llegar se abre una compuerta, que permite el paso de nuestro barco, y cuatro mas. Apenas hemos tardado una hora en realizar la maniobra del conjunto. En ese momento parece que nos hundimos, de lo rápido que se desliza hacia arriba la pared. El agua sale a una velocidad endiablada, y el nivel desciende a ojos vista. Pasamos de la cota 175, a la 150 en muy breve período de tiempo, hasta que finalmente se detiene la caída; entonces abren la compuerta de salida. Nuevamente hay que mover todos los barcos a la nueva exclusa, y así hasta cuatro veces, para salvar los 115 m. de desnivel que hay entre el nivel de la presa, que ya lleva varios años reteniendo agua, y el del río original. Esto sí que es una obra faraónica. La presa mas grande del mundo, con una potencia cuando esté terminada de 87,4 TW (terawatios). Algo realmente grande. Mañana la veremos con detalle.



Una vez sorteada la presa, el barco atraca para pasar la noche. En la cubierta del piso cuarto, hay una fiesta de despedida, con trucos de magia, música tradicional china, y variedades diversas. En resumen, un crucero realmente es para disfrutar de las vacaciones sin agobios.

jueves, 16 de julio de 2009

Noche 6 - Dia 7


FENG-DU


Un poco de tranquilidad en medio de una vida tan dura no viene mal. Me refiero a lo dura que es la vida del turista, sobre todo del que va en grupo, que va continuamente zarandeado por los guías, el horario, los vendedores, etc… En medio de todo eso, encontrarse con que no hace falta correr para realizar las visitas del día, es una comodidad impagable. En el crucero, tenemos una sola visita diaria, y luego “tiempo libre” hasta la visita del día siguiente. Cada uno ya se preocupa de llenar ese tiempo libre, con asistencia a taichi, clases de chino, o de medicina china, o de escritura sobre seda, etc… porque actividades hay muchas, pero también puedes dormir la siesta, que es lo que hemos hecho todos.

La visita de hoy era a la ciudad fantasma de FENG DU. Que no es una ciudad, sino la puerta del infierno, al menos en las creencias taoistas mezcladas con budistas. Aquí deben venir las almas de los muertos a ser juzgadas según sus obras.Realmente es un monasterio, compuesto por varios edificios unidos por escalones de unos a otros, construidos en la cima de una montaña, que representan el lugar donde las almas de los muertos (de ahí lo de ciudad fantasma), tienen que venir, a recibir el castigo por sus malas obras, o el premio por las buenas. Viene a ser como el juicio que cada uno tiene cuando muere en nuestra religión. Sólo que aquí, tanto la forma de juicio, como los resultados son distintos. Si has sido malo, puedes recibir un castigo físico (recordaba mucho a los castigos de la inquisición), y serás reencarnado en insecto tipo mosca, o mosquito, es decir en animal que no quiere nadie, y durante 500 años serás ese tipo de bicho. Si eres bueno, alcanzarás la gloria, aquí representada por el Nirvana.

Pero no sólo hay esas dos posibilidades: Puedes pedir perdón, y te volverán a dar otra oportunidad en otra vida, aunque no te acordarás de nada de lo que has hecho en esta, e incluso puede que no hayas sido ni bueno ni malo, y en ese caso… ahora no recuerdo lo que te pasaba, pero bueno, ese caso también estaba contemplado. La verdad es que los guias sólo hablan chino, y una especie de inglés extraño, y las traducciones resultan muy difíciles.

Todo este conjunto maravilloso de casas, templos, calles, puentes de piedra, etc… fue casi destruido durante la época de la revolución comunista, y ahora están acabando de reconstruirlo. Queda en pié una parte grande del templo del juicio, porque era el cuartel general de las tropas, y lo necesitaban para guarecerse.

De vuelta al barco, nos dedicamos todo el día a hacer el vago, es decir, asistir a un curso titulado “Hable chino fluido en una lección”, “Conozca los secretos de la medicina china”, y cosas así.

Luego, nos preparamos para la “Cena del capitán”, en la que se nos obsequió con un cava chino bastante bueno, y después de la cena, asistimos a un espectáculo de música y baile chinos, mezclado con un pase de modelos de ropa de la que venden en el barco.


En resumen, un día tranquilo y fresquito (por el aire acondicionado de todo el barco) que viene muy bien después de los frenéticos y calurosos días anteriores.

Y es que, el calor asfixiante y la humedad ambiental, hacen que dar un simple paso cueste un gran esfuerzo

miércoles, 15 de julio de 2009

Noche 5 - Dia 6


XI’AN –CHONGQING


Hoy terminamos nuestra estancia en tierras de Xi’an, y partimos hacia Chongqing. Primero visitamos el jardín de la plaza de la Oca, donde cientos de personas, a pesar de ser las 6:30 de la mañana, practican el taichi de muchas y diferentes clases. Cualquiera está invitado a participar en alguno de los grupos. Después visitamos el museo de historia de la provincia de Xianxi (o algo similar). Una vez realizada la visita, volvemos al aeropuerto con destino Chongqing. Nadie sabe cómo es esta ciudad, ni el tamaño aproximado. Los que hemos mirado el mapa, vemos que está puesta como una pequeña ciudad, con lo cual algunos aventuran que puede tener un millón de habitantes, o incluso llegar hasta cuatro millones. Cuando el avión sobrevuela el aeropuerto, se ve que puede ser algo mas grande de lo que nos parece, pero cuando aterriza, y nos comienza el guía a dar datos de ella, nos quedamos todos con la boca abierta. La ciudad como tal, tiene 11.000.000 de habitantes, pero el conjunto de la región, sobre pasa los 32.000.000. Es algo enorme. Lo que pensábamos que sería un pueblecito ignorado, perdido en la inmensidad de China, es una ciudad enorme, con mas de 6.000 rascacielos de mas de 30 pisos, que vive sobre varias montañas, taladradas por túneles grandes o pequeños, con cientos de puentes (calle sobre calle), y es la mayor fábrica de coches y motos de China. Todas las marcas tienen aquí su fábrica. Y no sólo se trabaja en el ramo de la automoción. También están aquí gran cantidad de textiles. En resumen, tan grande o mas que la propia Nueva York. En número de rascacielos la sobrepasa holgadamente.

A pesar de sorprendernos por su tamaño, lo que mas nos llamó la atención es el calor sofocante que reinaba. No sólo casi los 40 grados, sino además una humedad de mas del 80%, y una niebla que no dejaba ver completamente el paisaje, aunque tampoco nos lo tapaba. Y es que esta ciudad, es una de las tres ciudades-horno de China, junto con Wuhan y Nanjin. En todas ellas, además de la temperatura y la humedad, en el parte meteorológico se da la cantidad de niebla que hay, graduada del 1 al 5. 186 días al año, hay niebla superior a 2. Es tan habitual la niebla que hay un refrán chino que dice mas o menos “es tan raro como que ladre un perro en Chongqing”, en referencia a que sólo con dos o tres días seguidos de “niebla 1” los perros ladran, para avisar de la novedad. Como podemos suponer, casi nunca hay dos días seguidos sin niebla.

Estuvimos visitando un mercado municipal, y pudimos comprobar cómo es la vida de un chino medio: mas bien pobreza que abundancia. Falta total de higiene en las paradas de venta, animales vivos que se venden para comida, moscas por todas partes, niños en cochecitos de caña, para transportarlos a la espalda, etc… y un olor especial distinto a todo lo que hemos olido hasta hoy.

Por fin, visitamos el teatro de la ópera, que es la única construcción antigua real que queda en la ciudad, ya que entre la segunda guerra mundial (con los japoneses en este caso), y la revolución comunista, la mayoría de casas tradicionales fueron destruidas. Es una maravilla que hayan preservado casi intacta hasta hoy, una de las principales casas, que además era el teatro de la ópera. Todo en ella se notaba que era auténtico: mobiliario, piedras, estancias, un pequeño templo interior dedicado a Buda, etc… Todo ha sido conservado, primero por la suerte de que las bombas no acertaron, y luego porque los propietarios, escondieron todo lo que tenían entre los diferentes patios y estancias, simulando que estaba todo destruido, hasta que hace unos años, aparecieron las telas, muebles, utensilios de cocina y ajuar, etc…

Apenas estaba anocheciendo, embarcamos en el crucero en el que vamos a pasar nuestros próximos tres días.

Teniendo en cuenta que no vamos a tener Internet, nada mas que en algunas horas del día, es fácil que no pueda seguir enviando estas crónicas regularmente, mientras dure el crucero, pero al final del mismo, continuaremos con esta sana costumbre de escribir sobre nuestro viaje.

De momento, ya hemos tomado posesión de nuestros camarotes, y una vez presentada toda la tripulación, y recibidos con todos los honores, (incluso banda de música, que nos tocaba una versión muy particular de “el día mas largo”, subimos a la terraza del barco, donde vimos nuestras primeras estrellas desde territorio chino.

Hoy nos hemos enterado, aunque un poco a través de “Radio macuto”, de que hay un grupo de españoles retenidos en Beijing por dar positivo de gripe A. No sabemos lo que hay de cierto, y como durante varios días vamos a estar sin internet excepto en contadas horas, esperaremos al final del crucero para averiguar algo mas.

martes, 14 de julio de 2009

Noche 4 - Dia 5





XI’AN




Hoy es el día de los guerreros. Vamos a visitar el museo de los guerreros de terracota. En primer lugar pasamos por la fábrica estatal de guerreros, que funciona a pleno rendimiento, fabricando miles de estatuillas, que luego son vendidas a los visitantes. Nos piden 8 euros por cada pieza, cuando en España, en cualquier tienda de chinos, valen 2 o 3 euros, y te dan cinco con una cajita, que ahora sabemos que es auténtica.


Después de efectuar varias compras, pasamos al museo. La verdad: nos engañan como europeos (eso de que “los engañamos como chinos” vamos a ir dejándolo de lado), porque en todos los casos, los engañados somos nosotros. Primero nos dicen que los autobuses no pueden pasar de un cierto sitio, que está bastante alejado, pero que han puesto un servicio de coches eléctricos, que valen 50 céntimos ( 5 yuanes) y nos evitamos andar bastante rato al sol. Luego resulta que cuando se termina la visita, no hay cochecitos para hacer el viaje de vuelta, y entonces te das cuenta de que la distancia tan enorme de que hablaba la guía, son apenas 100 m. Y encima pasas por delante de todas las tiendas que hay a las puertas del museo, para que compres algo, porque seguro que en uno u otro chiringuito, picas algo. Dentro de la explanada del museo, cientos de vendedores ilegales, te ofrecen una caja con cinco figuras, por un dólar. Cuando les dices que si, resulta que era un dólar cada figura, pero si regateas lo suficiente, consigues la caja completa por 10 yuanes (1 dólar), que era lo que te daban a entender al principio. Si no sabes regatear, te la venden por dos o tres dólares.


Es tal la desconfianza que genera el comportamiento de los chinos, que al final ya dudábamos de que los guerreros fueran los auténticos.

Mientras realizamos la visita, nos explican que las piezas estaban todas rotas, porque hace mucho tiempo, el último emperador de la dinastía Qin, que fue el primero de toda China, resultó muerto en una revuelta campesina, y como consecuencia de ella, la tumba fue saqueada e incendiada, y las armas que portaban los guerreros robadas, para que no pudieran defender en la otra vida a su emperador. El techo, (que debía ser precioso) al ser de madera, cayó sobre los guerreros, y acabó con la mayoría de ellos, que se encuentran casi siempre rotos en miles de pedazos. En fin, creo que esa historia o algo muy similar, la hemos oído antes varias veces, en otros lugares.


Después de la visita, comimos allí mismo, en un restaurante especializado en pasta: tallarines fabricados al momento por un hábil cocinero que pasa de la pasta cruda y en una bola, a unos tallarines finos, y sabrosos. La verdad: la cocina china es muy elaborada, muy variada, muy rica, y muy… picante, aunque nos la preparan especial para nosotros, casi sin picante (según dicen ellos).
Por la tarde, visitamos el barrio musulmán, ya que en la ciudad existe una colonia de musulmanes, de unas 50.000 personas. Era como si nos hubiéramos trasladado de repente, a cualquier ciudad mediterránea. Un auténtico zoco, donde te venden de todo, con calles estrechas (desde algunas casi puedes tocar ambas paredes con los brazos extendidos), y una mezcla de olores típica de cualquier ciudad marroquí, tunecina, o de cualquier otro país mediterráneo.

Vimos también la mezquita, que por supuesto, no tiene nada que ver con las que estamos acostumbrados a ver por aquí, ya que no tiene minarete, y aunque tiene algunas estelas de piedra con textos en árabe, casi nadie sabe lo que quieren decir. Acabado el paseo por el zoco, giramos visita a la pagoda de la Oca, aunque el grupo se dividió: Una parte fue al hotel, a ducharse y cambiarse para el teatro chino, y otra parte fue a ver la pagoda de la Oca.

A las18:30, ya estábamos todos reunidos de nuevo, dispuestos a cenar y asistir a una sesión de música tradicional china, en un teatro, que nos daba la sensación de que era el “Viva España” que hay en la carretera a Oliva, pero en China.Puede que fuera similar, pero la calidad del espectáculo era bastante buena. Los músicos y los danzantes, estuvieron durante hora y media, distrayéndonos con sus evoluciones. Fue algo muy emocionante. Y más, cuando antes de empezar el espectáculo, nos habían servido una cena de raviolis de 13 o 14 clases, que no había forma de acabárselos; y una sopa de pescado que estaba que quitaba el hipo.En resumen, una cena muy buena. Y para mas detalle, hoy era mi cumpleaños (60 añitos), y mis compañeros de viaje me tenían reservada una sorpresa. Apenas se acaba la cena, suenas las notas del “Happy birthday to you”, pero en chino, cantado por todos los componentes del viaje, y la mayoría de los turistas que llenaban el local. Hubo entrega de regalos y todo, e incluso una pareja de jóvenes mellizos que también cumplía años hoy y procedían de Holanda, bajaron a saludarme. Tuvimos tarta y todo. En resumen, un recuerdo de los 60 años para no olvidarlo.

Y mañana, volveremos a coger el avión, para comenzar una nueva etapa en nuestro periplo por estas tierras, ya que abandonaremos Xi’an, que como ciudad es digna de ser visitada, y volaremos hacia el lugar donde comenzaremos nuestro crucero de tres días, a través del río Yantzhé.

Noche 3 - Dia 4

BEIJING – XI’AN

A las 5 de la mañana, suena el despertador, y a las 6 ya estamos camino al aeropuerto. Todos nos preguntamos lo mismo: ¿Cuándo ponen las calles aquí? Te levantes a la hora que te levantes, siempre es de día, y las calles están abarrotadas de gente.

En casi dos horas, pasamos de la China cosmopolita y trabajadora al estilo occidental, a otra china totalmente distinta. Aquí ya casi nadie habla inglés, ni en las tiendas, ni en el hotel. El ritmo de vida es totalmente distinto. Todo se toma con mucha mas calma. La gente vive y sabe vivir mucho mejor que en Beijing. Xi’an es una ciudad que nos ha recordado a todos alguna ciudad española, como Salamanca, o Toledo, o Córdoba. Llena de monumentos, unos mejor cuidados que otros, pero todos dignos de ser visitados.

Al anochecer, la gente se lanza a la calle, (todos los días), y se reúne en las plazas y avenidas para cantar y bailar sus danzas tradicionales, al son y ritmo de los tambores chinos, algunos gigantes, otros mas pequeños, acompañados de otros instrumentos como campanas, ranas de madera que hacen un sonido muy especial, como si fueran auténticas ranas), y donde todos pueden participar. Algunos incluso en ropa de trabajo, porque al lado de los danzarines, las obras públicas (al mas puro estilo del plan E) continúan durante toda la noche. Porque esta ciudad, está en obras. Como si fuera una ciudad española cualquiera. Están construyendo el metro, ya que aun teniendo 4 millones de habitantes todavía no lo tiene, y está completamente ocupada por las obras. Pero éstas se realizan con mucho cuidado, porque el subsuelo de la ciudad es una tumba gigante, donde se han ido enterrando generaciones de chinos, y nadie quiere turbar su descanso, con lo cual tienen que trabajar a unas profundidades bastante grandes, y muy despacio. Como contrapartida, trabajan las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Aunque nos recibió con lluvia, hoy hemos visto el Sol brillar intensamente. Tanto que hemos pensado que ojalá se nuble, (aunque sea un poco) porque aprieta de firme.

Esta ciudad recuerda a los campamentos romanos, con dos calles principales que se cruzan en ángulo recto, y una muralla exterior, perfectamente conservada con cuatro puertas, dirigidas a los cuatro puntos cardinales. En el centro de la ciudad, justo en la plaza donde confluyen las cuatro calles principales (Norte, Sur, Este y Oeste), se encuentra la Torre de la Campana, que servía para dar las horas, y junto a ella, separada tan solo por unos 100 m. (y en un ángulo que estudiaremos oportunamente) la torre del tambor. Son dos edificios impresionantes, desde los que se domina la ciudad antigua.

Después de la comida, pasamos a visitar el bosque de las estelas de piedra, que narran miles de historias, escritas sobre pizarra, que no sólo están escritas, sino dibujadas con cuadros preciosos. Desde las enseñanzas de Confucio, a las historias locales, todo está escrito. Naturalmente, los chinos actuales no pueden leerlas, porque el lenguaje ha cambiado tanto que pocos son los que saben traducirlas, pero desde luego, son impresionantes.

Después de la cena, salimos a recorrer el centro de la ciudad, mezclarnos con sus habitantes, y ver sus costumbres reales (o mas o menos reales). Entonces es cuando descubrimos que a pesar de todas las incomodidades de una ciudad en obras, la gente es amable en grado sumo. Todo es alegría, canto, baile, luces de colores (los chinos son muy aficionados a las guirnaldas kilométricas de lamparitas), cometas (también con luces) elevándose sobre la ciudad, y un auténtico zoco mediterráneo, donde se mezclan los olores de cientos de puestos callejeros de comida hecha en el momento, con venta de zumos de las mas variadas procedencias, artesanía, juguetería “made in china”, etc…

Entre tanto puesto de venta, de repente nos topamos con: tres telescopios refractores gigantes, montados sobre triciclos, y manejados por tres chinos, que tapan el ocular, y si quieres mirar, tienes que pagar 10 Yuanes (1 euro aprox.). Lo que mas nos llamó la atención, era el sistema de montura motorizada altacimutal. Todo hecho a base de piezas recuperadas de motores que no se sabe de donde procedían, de tornillos y contrapesos situados en lugares increíbles, y soportando hasta tres telescopios sobre el mismo pie. Toda una agradable sorpresa. Naturalmente, Paco (y todos nosotros) recordamos inmediatamente nuestro “Pacotrón”.

Bueno, y mañana continuaremos. Vamos a visitar el museo de los soldados de terracota. Mañana continuaremos la crónica.

domingo, 12 de julio de 2009

Noche 2 - Dia 3


LA GRAN MURALLA


Hoy hemos madrugado para intentar llegar de los primeros a la Gran Muralla. Pero nuestro intento ha sido en vano. Cuando hemos llegado, sobre las 9:30 horas, nos hemos encontrado con que ya mucho antes que nosotros, había llegado una ingente cantidad de chinos y turistas, que estaban recorriendo alguno de los muchos tramos en los que se puede caminar.

El atasco era tal, que muchos decidieron bajar, incluso antes de llegar al primer control. Los que continuamos, pudimos finalmente llegar hasta el segundo control, y los mas osados, incluso hasta el tercero.
Después de subir innumerables escalones, cada uno de una altura y anchura, disfrutamos de un paisaje verde total, en el que la luz no nos dejaba hacer buenas fotografías, porque continuaba como anteriores días, nublado, con viento y mala visibilidad.

Al terminar de visitar esta obra colosal, pasamos a ver el proceso de fabricación del esmalte (especialidad china y japonesa) llamado “cloisonné”. Una vez recorrida la fábrica y observado el proceso de su elaboración, se pasaba al comedor, para al finalizar, visitar la tienda en la que podíamos adquirir miles de objetos de esmalte sobre cobre, fabricados con esta técnica.

A continuación, nos desplazamos hasta el valle donde se encuentran las tumbas de la dinastía MIng. Allí pudimos ver la única de las tumbas que se haya abierta al público en general. Finalmente, a petición popular, nos trasladaron a un lugar llamado “El mercadillo”, donde pudimos practicar el arte del regateo en la compra de utensilios mas o menos útiles.

Y así, después de mucho discutir con los vendedores, y divertirnos todos un poco (ellos y nosotros), volvimos al hotel para preparar las cosas para mañana que partiremos hacia Xi’an, donde visitaremos la tumba de los guerreros de terracota.

Y mañana continuaré, porque hoy hay que acostarse pronto, porque… nuevamente, toca madrugar.